domingo, 29 de mayo de 2011

EL EXISTENCIALISMO



El Existencialismo es una de las corrientes que más ha influido en el pensamiento filosófico del siglo XX. Su importancia es comparable con la del Marxismo o la del Empirismo lógico. Pero a diferencia del Marxismo (corriente filosófica cuyo interés se centra en cuestiones de tipo histórico y social), o del Empirismo lógico, (enfocado principalmente a la ciencia), el Existencialismo tomó como su objeto de estudio más importante al ser humano. Sin embargo, el hecho de que esta corriente filosófica tenga un definido interés hacia un objeto de estudio bien determinado, no significa que sea una filosofía simple que ofrece respuestas sencillas acerca del hombre. Por el contrario, el Existencialismo presenta una gran riqueza de aspectos, además de abarcar a muchos y diferentes filósofos.
Por estas circunstancias, no intentaremos ofrecer un resumen de esta corriente filosófica, lo cual sería imposible de lograr. Lo que a continuación estudiarás, en cambio, son solamente algunos de los temas más importantes tratados por algunos filósofos representativos del Existencialismo. Considera que el enfoque que damos al Existencialismo pretende sólo acercarte a esta corriente; se trata más de una presentación que de una introducción.

CARACTERIZACIÓN DEL EXISTENCIALISMO
Hay diferentes maneras de caracterizar una corriente filosófica. Por ejemplo, se puede indicar la época y las circunstancias históricas en que surgió; también es posible señalar algunos de los temas con los que se relaciona y, por último, se puede exponer el método que emplea para investigar sus temas. En los párrafos que siguen intentaremos, en una y otra medida, una caracterización del Existencialismo de acuerdo con los puntos de vista anteriores.
Si ampliamos el significado del término Existencialismo- quizá un poco abusivamente- de modo que abarque todas las filosofías preocupadas por el tema de la existencia, entonces sería necesario remontarnos hasta la Filosofía griega, durante la época de los sofistas y Sócrates o a la Filosofía helenística, durante el florecimiento de las filosofías de los estoicos, escépticos y cínicos. Sin embargo, a pesar de que hay puntos de interés coincidentes entre las filosofías mencionadas y el Existencialismo, estrictamente hablando sólo podemos denominar existencialista a una filosofía que, tratando los temas relativos a la existencia del hombre, sea posterior al filósofo danés Sören Kierkegaard, cuya filosofía estudiaremos párrafos adelante.
Por el momento basta señalar la relación que existe, por un lado, entre el Estoicismo y Escepticismo de la Antigüedad y el Existencialismo ateo; y por otro lado, entre la Filosofía de San Agustín, sobre todo en su obra Las Confesiones, y el Existencialismo cristiano. Más adelante, también nos referiremos a esta clasificación del Existencialismo ateo y del cristiano.

a) Orígenes del Existencialismo
Aunque no es posible fecha con precisión el surgimiento de una corriente filosófica, estudiosos de la historia de la Filosofía aceptan que el término “existencialismo”
comenzó a ser aplicado, aproximadamente desde 1930, a un grupo de filosofías o direcciones filosóficas cuyo rasgo común era el análisis de la existencia humana. Así entendido, el Existencialismo fue una actividad filosófica que surgió en los años treinta y que floreció durante los decenios de los años cuarenta y cincuenta. Pero no hay que olvidar el hecho de que algunas de las obras más famosas de esta corriente habían sido escritas antes de tales fechas. Es el caso, por citar solamente un ejemplo, de El ser y el tiempo, del filósofo alemán Martín Heidegger, publicada en 1927.
El Existencialismo no es la única corriente filosófica que ha estudiado el tema de la existencia. Otras filosofías lo han hecho desde la Antigüedad. No obstante, lo más correcto es reservar el término “existencialismo” para el conjunto de filosofías que, a partir de Kierkegaard, abordan el tema de la existencia humana desde un peculiar punto de vista, el cual comentaremos a continuación.
Para el Existencialismo, el concepto de “existencia” refiere “el modo de ser propio del hombre en cuanto es un modo de ser en el mundo, es decir, en una situación determinada.”(Abbagnano, Nicola: Diccionario de filosofía). Un aspecto de gran importancia que debemos mencionar es que el Existencialismo considera que tal modo específico de se del hombre puede ser analizado “en términos de posibilidad”.
El hombre, según el Existencialismo, se encuentra en relación con el mundo, lo que quiere decir que se relaciona con las cosas y con los demás hombres. Pero esta relación del hombre con el mundo no es una relación necesaria, es decir, no es una relación que forzosamente tenga que darse de determinada manera.
Por el contrario, el hombre puede (y de aquí surge el término “posibilidad”) elegir libremente el modo en que se relaciona con las cosas y con los demás hombres. Esta posibilidad de elegir libremente constituye el tema central del Existencialismo. Tan es así que se puede decir que el tema de la libertad humana es el tema que interesa a todos los filósofos existencialistas que es lo que los une dentro de esta corriente filosófica.
Ahora sabes que el existencialismo tiene especial interés por al libertad humana. Los filósofos mismos participan del problema de diferentes maneras, a saber cuando un filosofo toma el punto de vista del espectador para realizar su trabajo filosófico, es la imagen de quien, no participa de aquello que observa o estudia, y se muestra satisfecho cuando ha logrado solucionar sus problemas de manera teórica, es decir cuando llega a una explicación satisfactoria.
Pero hay el filosofo que toma el punto de vista del actor y que no se conforma con explicaciones meramente intelectuales o con construcción de una teoría. Es de tipo de filosofo resuelve los problemas que le interesan ejecutando su capacidad de libre elección. Por ello es imposible que se retire de sus problemas y tome la actitud impersonal del analista y del espectador. Su interés no consiste en satisfacer una curiosidad intelectual sino encontrar una respuesta que pueda aplicar en su vida personal. Es un actor en su filosofía. Adelante encontraras que algunos filósofos pertenecen a este punto de vista.
El tema que más interesa al Existencialismo es el de la libertad humana. Los filósofos existencialistas estudian el hecho de que el hombre, al relacionarse con las cosas y los demás hombres, ejerce su libertad. Es decir, estudian el hecho de que el hombre elige, en cada situación particular, tanto lo que va a hacer como lo que va a ser.
Por lo que hemos visto, la libertad humana es el tema central del Existencialismo. Sin embargo, otras filosofías han estado interesadas, también, en el tema de la libertad. ¿Cuál es, entonces, el aspecto que diferencia al Existencialismo, si otras filosofías tratan también el mismo tema? La respuesta está en que los demás filosofías tienen un interés más bien teórico. Es decir, están más interesadas en aclarar el significado del concepto “libertad” que en estudiar las implicaciones prácticas de la libertad. El interés del Existencialismo por la libertad humana, por el contrario, es de tipo práctico. No sólo explora el significado de dicho término, sino que trata de demostrar a los hombres que son libres.
El Existencialismo pretende proporcionar un conocimiento que sirva de base para la acción. No se trata sólo de que la gente advierta o conozca que es libre, sino que de hecho pueda realizar acciones guiadas por su libertad. El Existencialismo afirma que el hombre tiene la libertad de elegir su propio ser. Como consecuencia de las elecciones que va realizando, el hombre llega a ser lo que él ha elegido ser.
El hombre nunca queda definido o determinado rígidamente; siempre tiene a su alcance la posibilidad de ser otra cosa. Con toda su importancia, el tema de la libertad humana es sólo uno de los muchos temas que trata el Existencialismo.

SÖREN -KIERKEGAARD
En Sören Kierkegaard (1813-1855) no sólo encontramos uno de los ejemplos más claros del tipo de filósofo que toma el punto de vista del actor. Encontramos también una intima relación entre su vida y su filosofía. En las etapas biográficas de Kierkegaard encontramos un completo paralelismo con la filosofía. Las principales etapas de su vida fueron tres, y en su filosofía también encontramos tres modos de existencia que, según él, son los modos de existencia posible para el ser humano. Nos acercaremos primero, a algunos aspectos de la vida de Kierkegaard.
Cuando niño, fue influido poderosamente por la religión de su padre- de la cual se dice que era severa y sombría, y a la vez causante de los más profundos sentimientos de pecado y culpa. Al llegar a la juventud, Kierkegaard se alejó de esta influencia y procuró aprender todo lo posible acerca del mundo, a la vez que buscó disfrutar de todos aquellos aspectos placenteros, sobre todo sensoriales de la vida. Esta etapa juvenil es la primera de importancia en su desarrollo biográfico. En 1836, se lleva a cabo en él una conversión de carácter moral. A partir de esta fecha Kierkegaard intenta llevar una vida regida estrictamente por reglas morales de pretendida validez universal.
Ésta es la segunda etapa de importancia en su vida. Por fin, en 1838 Kierkegaard se convierte al Cristianismo. Desde este modo, llega a la tercer etapa de su vida. Como veremos a continuación, cada una de estas etapas, en la biografía de Kierkegaard, tiene un correspondiente lugar en su filosofía.
De acuerdo con Kierkegaard, hay tres modos posibles de la existencia humana. Éstos son: el modo de la existencia estética, que corresponde a su etapa juvenil; el modo de la existencia ética, correspondiente a la etapa de su conversión moral; y el modo de existencia de la fe, que corresponde a la etapa de su conversión al Cristianismo. A continuación conoceremos sucesivamente estos tres modos de existencia.

a) La existencia estética.
El modo de la existencia estética está guiado por la satisfacción de los sentidos. El hombre que sigue este modo de existencia busca alcanzar el mayor número de satisfacciones de tipo sensual y mundano. El personaje que para Kierkegaard encarna las cualidades características de este modo de existencia es Don Juan. En este modo de existencia, el hombre da mayor importancia a los deseos y necesidades de la carne. El hombre estético no toma en cuenta para su conducta las ordenanzas establecidas, ya sean sociales o religiosas. Las normas que rigen su actuación son impuestas por él mismo, pero siempre cuidando que le sirvan para alcanzar el fin último de su vida que es
satisfacer inmediatamente su sensualidad.
Pero el modo de vida de la existencia estética pronto va a agotarlo a sí mismo. La búsqueda de los placeres sensuales pronto llega a sus límites, debido a que los goces y satisfacciones son incompletos y repetitivos. Nunca se alcanza una satisfacción completa, ya que cuando se cree haber satisfecho un deseo surge otro, igual o más imperioso, que exige un nuevo y diferente objeto para volver a alcanzar la satisfacción.
El hombre que cae en esta continua búsqueda va a mostrarse también continuamente inquieto, sin alcanzar estabilidad en su vida. De igual manera, el hombre estético carece de dominio sobre sí mismo. No es él, quien como él mismo pudiera pensar, domina o gobierna al mundo y sus placeres; son más bien éstos quienes lo controlan y lo convierten en un esclavo condenado a buscar interminablemente el placer.

Lo peor de esta condena es que aquello que se busca, la satisfacción completa, sólo se alcanza de manera momentánea y fugaz. La satisfacción nunca permanece, se disipa con rapidez dejando al hombre estético nuevamente insatisfecho.
El hombre que había abrazado este modo de vida, en el inicio pudo sentir que éste era el modo de existencia más libre. Sin embargo, al final descubre que es el modo de existencia más esclavizante, el que hace al hombre más dependiente. Como resultado de esto surge en el hombre un intenso sentimiento de angustia. Kierkegaard considera que la angustia es la que domina en todas las relaciones del hombre con el mundo. Este sentimiento se caracteriza como una especie de temor. Pero no se trata de un temor a algún objeto, persona o situación determinada: es un temor de algo no preciso que se experimenta ante las múltiples posibilidades que se le presentan al hombre.
A la vez se da cuenta de que las posibilidades de su vida, interminables, imprevisibles e incontrolables destruyen todas sus expectativas humanas, no podrán de ninguna manera prever su futuro. Sus habilidades para controlar su vida serán inútiles, ya que los resultados de sus acciones estarán siempre dominados por el azar, las situaciones inesperadas, las posibilidades que nunca se tomaron en cuenta. Frente a este
angustioso callejón sin salida, el hombre estético buscará un escape en el siguiente modo de existencia, el ético.

b) La existencia ética.
En el modo de existencia ética el hombre trata de realizar algo que le era imposible en la etapa estética. Lo que no podía lograr era que su existencia fuera permanente y estable. Ahora estará al alcance de su mano esta estabilidad. Pero, ¿por qué puede lograr este estado de permanencia? Para responder a esta pregunta hay que recordar la etapa anterior.
Al considerar la etapa estética, vimos cómo el hombre se enfrenta al mundo exterior, ya que en el modo de enfrentarlo le parecía que alcanzaba total libertad. Finalmente, el hombre estético advierte que su existencia depende más del mundo que de sí mismo. Se da cuenta que no es él quien tiene control de la situación, sino que es el mundo el que tiene poder para controlarlo. Como resultado, acepta pasivamente los dictados del mundo.
Frente a este problema, al hombre estético no le queda sino una salida. Ya no empleará esta vez los impulsos sensuales, estéticos, como medio para relacionarse y enfrentarse con el mundo; cambiará su modo de existencia, y en ésta va a intentar actuar de acuerdo con la razón. El actuar de manera racional lo conduce a realizar actos elegidos libremente y a hacer todo lo posible por seguir siempre los dictados de las normas o reglas morales. De aquí el nombre de este modo de existencia: “ética”. Al seguir las normas morales, el hombre estético espera liberarse y apropiarse nuevamente de su
autodeterminación, la cual había desparecido al perder el control en su vida estética.
En el modo de existencia ética, ya no es la sensualidad o la búsqueda de placer lo que va a guiar la conducta del hombre. Ahora es la voluntad la que guía sus acciones. Este modo de existencia Kierkegaard lo ejemplifica con el matrimonio. ¿Por qué con el matrimonio? Porque es una institución social en la cual el contrayente se compromete a ser fiel a la promesa dada a la otra persona. Esta voluntad de fidelidad proporciona cierta garantía de permanencia, en contraste con el vertiginoso y constante cambio que caracterizaba el modo de existencia estético.
La búsqueda de la permanencia y de la estabilidad garantiza que los actos comunes tengan unidad y sentido y que no se dispersen en un movimiento sin finalidad alguna.
Pero hay un precio que pagar por esta permanencia. Es la posibilidad del aburrimiento, el tedio, el riesgo de que las acciones se vuelvan rutinarias, mecanizadas y echen a bajo la satisfacción que este modo de existencia proporciona. Además, el sujeto siente que hay todavía una norma de conducta exterior a él, la cual lo mantiene atado y coarta su libertad.
Sobre el hombre se abaten nuevamente sentimientos de angustia y desesperación. Este último sentimiento es el que caracteriza las relaciones consigo mismo. El hombre llega a encontrarse en la desesperación porque busca incesantemente una posibilidad tras otra o, también porque sus posibilidades se agotan y ya no le restan para el futuro opciones viables. Esto lo obliga a buscar el siguiente modo de existencia, el de la fe.

c) La existencia de la fe
Para comprender este tercer modo de existencia será de gran ayuda atender al ejemplo que propone Kierkegaard: Abraham, el personaje bíblico. De acuerdo con la Biblia, Abraham escucha directamente la voz de Dios quien le pide que él mismo sacrifique a su hijo. Este acto es del todo reprobable desde el punto de vista de las leyes humanas, y que los hombres detestarían cometer.
Abraham actúa de manera poco ética; se oculta de su mujer, finge frente a su sirviente y engaña a su hijo. Abraham procede así porque no es un sentimiento de fidelidad a las normas éticas lo que guía su acción. Es motivo a realizar esa acción porque tiene fe en que la voz que oyó es la de Dios. Su acción no está de acuerdo con la ética humana, pero sí con su fe en Dios, pues Él ha dado directamente la orden. Sin embargo la responsabilidad del acto recae solamente en Abraham, quien, sin que haya una regla externa que lo obligue a ello, elige realizar esa acción. La angustia se vuelve a apoderar del hombre. Pero no es la ausencia de la angustia lo que hace del hombre alguien que libremente elige: Abraham, a pesar de sentirse angustiado es movido por su fe de actuar.
Es decir, es un sentimiento totalmente personal, subjetivo, no impuesto externamente a él; la fe define a su acción como algo que él elige libre y auténticamente en su existencia. En el modo de la existencia de la fe el hombre alcanza una existencia auténtica que no depende de coerciones exteriores. No es el placer, ni la regla moral, lo que lo obliga a actuar. Él elige, personalmente, realizar sus acciones. Aunque no va alcanzar reposo, porque en este modo de existencia la seguridad que se tiene nunca es absoluta, y ésta, además, es una seguridad dominada por la paradoja. En este último sentimiento parece contradicciones que no se pueden resolver utilizando sólo la razón.

jueves, 26 de mayo de 2011

3.2 PERSONALISMO




DIFERENCIA ENTRE INDIVIDUO Y PERSONA

Antes de aclarar las diferencias entre individuo y persona reflexiona un momento acerca de los conceptos anteriores; ¿sabes sus diferencias y su significado? Después de responder analicemos qué es un individuo. Para Emmanuel Mounier (1905-1950), inspirador del movimiento personalista, el individuo es el hombre superficial, que se deja llevar por sus emociones, su excesivo amor a sí mismo y la avaricia; al que sólo le interesa acaparar y asegurar su bienestar sin importar sus congéneres.




En el hombre, el individuo deja a un lado a los demás, sus propósitos son superficiales, sólo el placer es lo que interesa, la comodidad aparece constantemente, así como el constante consumo de artículos. Son los aspectos materiales los que interesan en primer lugar. En nuestras civilizaciones sólo se adiestra al hombre para el desempeño de cierta función, para obtener un conformismo sin el perfeccionamiento de la persona. Un ejemplo lo tenemos cuando estudiamos con el fin de hacernos ricos y con el placer por delante. Como puedes concluir, el “individuo” es el hombre de nuestros días y, como una reacción a éste, aparece la “persona” concepto que aclararemos enseguida.




Hasta ahora las civilizaciones han considerado a los seres humanos desde un punto de vista meramente material, sólo se han perseguido los intereses individuales. Pero tenemos una forma superior del ser humano y es la denominada “persona”. Mounier, en su Manifiesto personalista, delinea a una persona como un ser espiritual constituido por una forma de subsistencia e independencia, lo cual quiere decir que el hombre, a través de su meditación, realiza el perfeccionamiento constante, las pasiones son dominadas y puede elegir y realizar actitudes profundamente humanas de autenticidad; realiza sus actos sin perjudicar a los demás, ni considerarlos como un instrumento para conseguir lo que desea. Por eso la persona es aquella que tiene acceso a un máximo de iniciativa y responsabilidad de vida espiritual.




Así el personalismo como movimiento filosófico postula el supremo valor de la persona. A un ser con valores y cualidades propias e intransferibles. Integral y pleno. “el hombre enteramente cuerpo enteramente espíritu” Ni mero espiritualismo ni un materialismo solamente. Que es diferente al superhombre que Nietzsche propone. No es el ser poderoso, superior a los demás por ser original y querer destacar sobre otros. Si no acrecentar las virtudes y valores propios inherentes.




Con la mirada en Dios, sin examinarse como son. Las principales características de la persona se describen como: la libertad, creatividad, responsabilidad, no ser un mero objeto y si un ser comunitario. Es una filosofía revolucionaria pues pretende coadyuvar la formación del hombre en su totalidad. Hablar del personalismo es el reclamo de transformaciones profundas en la vida privada y pública es una corriente actual pues el reclamo de las transformaciones es vigente.




La corriente del personalismo se inicia en Francia en 1930 y su principal representante es Emmanuel Mounier, que funda una revista llamada Esprit, en ella aparecen sus principales inquietudes filosóficas y políticas. En 1935 publica su ensayo titulado de la propiedad capitalista a la propiedad humana. Ahí da a conocer el programa social del movimiento personalista.




En los tiempos de la posguerra, trabaja intensamente y publica algunos libros: tratados del carácter, libertad condicional e introducción a los existencialismo, ¿qué es el personalismo?, etc. Mounier vivió en la pobreza, conoció el sufrimiento físico y espiritual. Murió de un infarto cardiaco, el 22 de marzo de 1950. Mounier combate al individualismo, pues fomenta el egoísmo y consumismo, el desmedido afán de riquezas.




Para el personalismo, reprocha el marxismo el no valorar al sujeto, de la persona, al supeditar al individuo a las estructuras de la historia.




Un hombre formado con principios sólidos podría ser descrito de la siguiente manera:
Un hombre maduro:
corazón firme como la piedra,
corazón resistente como él
tronco de un árbol,
rostro sabio,
dueño de un rostro, dueño de
un corazón hábil y comprensivo.

Éstas son ideas educativas del pensamiento náhuatl que corresponde a la persona.

PERSONALISMO Y CAPITALISMO
En el siglo XIX la persona poseía una problemática que se interpreta como una reacción ante el Capitalismo. En el Personalismo, como pensamiento contemporáneo, tenemos una filosofía que da una opción de organización de personas responsables, de administraciones prudentes, de bienes, del tiempo y de otros elementos inmateriales y materiales.




Es una filosofía cuyo objetivo es orientar al hombre hacia una nueva educación que permita un cambio de nuestra actual sociedad capitalista; es, además, la culminación de un periodo que se desarrolló desde el Renacimiento hasta nuestros días, y se ha multiplicado gracias a las ganancias logradas en exceso, a base de invertir sólo en bienes materiales.




Aparecen las pasiones del confort; lo material, las cosas y objetos son lo que interesa; la creatividad disminuye y nuestras relaciones aparecen como un comercio; sólo cuando necesitamos algo de alguna persona nos acercamos a ella. Como resultado del Capitalismo aparece el burgués y éste se apropia del “derecho” para manejarlo con el propósito de progresar. La vida del individuo aparece pobre y vacía. Tenemos hombres insensibles a los sufrimientos, a las desgracias de los demás. También vemos el mundo del dinero y mercancías que invaden la vida económica, privada y cultural. Hasta la religión se somete a reducir al hombre a una individualidad abstracta, vacía, sin responsabilidades ni conciencia de sí mismo.




Por todo lo anterior, el Personalismo se opone a todo régimen y sólo pretende la flexibilidad de los organismos sociales. Mounier afirma que existe un grito ensordecedor por abatir al burgués y buscar las condiciones de una verdadera comunidad.

martes, 3 de mayo de 2011

3.1 ANTROPOLOGISMO Naturaleza del Hombre



Desde la antigüedad, la pregunta acerca de la naturaleza humana ha sido digno objeto de meditación filosófica.

A lo largo del desarrollo general de la Filosofía antropológica, el bello deseo por descubrir la esencia del hombre se ha quedado sólo en intento. En sus inicios, la Filosofía griega se interesó por el estudio racional del mundo físico, por los principios ordenadores del cosmos. Paralelo a este interés hay otra preocupación: la naturaleza o esencia del hombre. Por ejemplo, en Heráclito encontramos su expresión: “Me he buscado a mí mismo”. Ello nos da una idea del interés del hombre por el hombre mismo desde antaño.

Posteriormente, Sócrates daría una respuesta a la pregunta relacionada con la esencia del hombre, afirmando que es una criatura en busca constante de sí misma, que en todo momento de su existencia tiene que examinar y hacer el análisis de las condiciones de la vida. Es el ser que sí se hace una pregunta racional, dando una respuesta racional. Tal respuesta no es definitiva, como lo veremos enseguida. Es conveniente indicar la necesaria resolución, puesto que de dicho conocimiento el ser humano podrá tener un mejor contacto con el mundo exterior; obtener elementos que le permitan disfrutar de su más amplia realización como ser humano.

En la historia de la Filosofía antropológica se encuentran otras actitudes. Una de ellas es la del escéptico, quien al negar y destruir la certeza objetiva del mundo externo, pretende conducir sus pensamientos hacia sí mismo y, de esta manera, pensar que ha logrado su realización, para suponer que ha llegado al conocimiento de él mismo. Siguiendo esta vía, jamás se llegará a una visión que abarque la naturaleza del hombre, El conocimiento de las emociones, sentimientos y pensamientos es sólo una pauta para comprender la complejidad de la psicología humana.

Ernst Cassirer, en su obra Antropología filosófica, hace referencia al filósofo empirista Hipólito Taine, quien pretende comparar la metamorfosis de un insecto con la transformación de Francia; el problema que se presenta con el hombre es que sus pensamientos y voluntad se encuentran en diferentes niveles y no se pueden clasificar ni sistematizar como lo exige la ciencia. Cassirer afirma que los pensadores nos han proporcionado un cuadro especial de la naturaleza humana, un marco general. Lo anterior da lugar a una diversidad de opiniones. En el siglo XIX Nietzsche proclama la voluntad de poderío, la ambición del hombre por obtener poder; se lucha y vive por el poder. Otros pensadores destacan otras características tales como la sexualidad, la economía, etc.

En fin, hay un anarquismo de pensamientos; no obstante este problema, es necesario descubrir la naturaleza del hombre, puesto que de esta manera podrá disfrutar de su realización como ser humano. Afirma Cassirer: “En sus sentimientos, inclinaciones, ideas y pensamientos, en su producción de obra de arte, el hombre sigue este círculo mágico, sin poder salir de él”

Una filosofía de la cultura trata de comprender los hechos como un sistema, un todo orgánico. Pues gozamos de polifonía y policromía de la naturaleza humana. Conviene considerarlas estructuras especificas de las formas simbólicas y del mito, del lenguaje, de la religión, la historia y la ciencia. Analizar que si existe un equilibrio dinámico. Es el resultado de una lucha entre fuerzas opuestas.



A diferencia de los animales; en el hombre se da una sociedad de acción, pensamiento y sentimiento. Pero es en el medio de vida social donde el hombre se puede encontrar en sí mismo, casi todas las formas de la cultura al lograr su desenvolvimiento y expresar su vida, propaga sus obras.

Su pensamiento mítico y religioso es pensamiento tradicional ya que también encontramos un avance continuo en la dirección opuesta que se da poco a poco para surgir una religión fresca de la vida moral y religiosa. En el campo del lenguaje sucede el mismo proceso fundamental. Para la comunicación necesitamos reglas estrictas. Pero podemos percibir claramente la presencia de dos tendencias que constituyen dos elementos y condiciones de la vida del lenguaje, pues se equilibran y cumplen su función; la comunicación. A partir de una forma activa y productiva. A través de cambios lentos y continuos que son trasmitidos de padres a hijos.

Lo mismo sucede en el arte, las mismas formas son trasmitidas de una generación en otra, la poesía en su práctica, provoca una fisura en la historia del lenguaje. No hay que olvidar que la cultura humana, en conjunto, se puede describir como el proceso de la progresiva autoliberación del hombre. Encontramos el lenguaje, la ciencia, la religión, el arte como las variadas fases del proceso. Para que el hombre pruebe edificar un mundo ideal. Sin olvidar las tensiones y las fricciones los contrastes y conflictos entre poderes del hombre que obedecen de diferentes principios pero que a la vez se complementan y armonizan. Como en el caso del “arco y la lira” Tenemos así, que el Antropologismo ofrece un análisis detallado de las diferentes virtudes del hombre. Dicho análisis nos da una pauta para seguir intentando dar solución al problema planteado.

Respecto al conocimiento de la naturaleza humana, distintas disciplinas como la Psicología, la Antropología, la Filosofía moderna y otras, se encuentran en condiciones satisfactorias, en relación con el conocimiento del hombre. Sus descubrimientos se han ido enriqueciendo día con día Los datos de la naturaleza del hombre se han multiplicado de acuerdo con su objeto de estudio; cada disciplina se ha dedicado al estudio del hombre, pero corresponde a la Antropología filosófica enlazar los diferentes conocimientos para poder dar una posible respuesta a la pregunta sobre la esencia del hombre.